Hace dos días Humberto de la Calle negociador del gobierno en la mesa de diálogos con las Farc anunció que sus conversaciones y correos electrónicos han sido interceptadas y sospecha que el hecho fue propiciado por la mencionada guerrilla. Sin embargo, las Farc le hicieron llegar un comunicado rechazando lo ocurrido y mostrandole toda su solidaridad.
Para el gobierno, este hecho es sumamente grave y podría afectar el proceso de paz que ya lleva más de un año, y lo cuál es cierto. Aunque no se tiene certeza todavía de quién o quiénes interfirieron en su privacidad lo más probable es que sea para perjudicar al país y tomar acciones que podría afectarnos a todos.
Si usted piensa que este tema no lo afecte está equivocado. El gobierno hace planes y estrategias que deben garantizar la seguridad del país, que infiltren su privacidad y tal vez puedan publicar esos planes o anticiparse y atentar contra esa seguridad afecta a toda la población. Por lo tanto el gobierno al conocer esta situación debe tomar medidas inmediatas para castigar a los responsables, evitar un daño a futuro y garantizar que hechos como estos no se vuelvan a ocurrir, como las interceptaciones de Andromeda.
Ademas, si se llega a descubrir que son las Farc quienes han hecho esto, se debe terminar inmediatamente el proceso de paz. Es cierto que es un paso grande para lograr el cese al fuego definitivo de un conflicto de más de 40 años, pero no se puede negociar con traicioneros, no se puede negociar paz con juego sucio. Sin embargo, hay que tener el beneficio de la duda y esperar que las investigaciones se lleven a cabo para saber qué pasó realmente.
Mientras tanto, nosotros los colombianos deberíamos estar al tanto de esta situación y presionar al gobierno para que aclare los hechos. También deberíamos tener cuidado con nuestras cuentas de correos y demás sitios web, ya que si pudieron interceptar a de la Calle, ¿qué se puede esperar para un ciudadano común?. Pero como todo en Colombia, esta situación será opacada por otro suceso peor y quedará en el olvido.